Cuando pensamos en Arizona, lo primero que se nos viene a la mente son los paisajes anaranjados, las formaciones rocosas, caminos áridos y cactus emblemáticos del desierto, pero la realidad es que más allá de la concepción colectiva de los que nunca han visitado el estado, existe una zona de su territorio con sitios que parecen salidos de una película navideña con montañas nevadas y resorts de esquí lujosos, que no le piden nada a los destinos más populares para practicar estos deportes de nieve.
En Concierge Magazine tuvimos la oportunidad de hacer un road trip invernal por Arizona, el cual estuvo lleno de maravillas naturales impactantes: desde esquiar y subir a las Montañas de San Francisco (las más altas del estado), hasta disfrutar de un tren de lujo hacia el Gran Cañón. Todo esto, con paisajes nevados de fondo, mustangs salvajes en el camino y álamos cubiertos de blanco dignos de una postal.
El viaje empezó con la llegada a Phoenix. American Airlines es la aerolínea que tiene rutas diarias saliendo desde CDMX o Monterrey. Por otro lado, Volaris tiene una ruta desde GDL.
Primera parada: Pinetop-Lakeside
FOTO: PEDRO BERRUECOS
A poco más de tres horas en auto partiendo desde Phoenix, este pequeño pueblo de solo cuatro mil habitantes, es una parada obligada para los viajeros que buscan practicar deportes invernales en un resort al que acuden todos los locales, y que entre semana suele tener las pistas sin ningún tipo de aglomeración para deslizarse con toda libertad.
Sunrise Park Resort tiene pistas para esquiar, practicar snowboard o rentar una bici de esquí. Además, ofrece clases para principiantes o para niveles intermedios que quieren perfeccionar sus técnicas.
Uno de los grandes distintivos, es que la atención es bastante personalizada, además si se llega antes del medio día, las pistas están casi completamente vacías por lo que las vistas son espectaculares.
Para las personas que no gustan de esquiar, pero sí de disfrutar los paisajes nevados, Sunrise Park Resort deja admirar las montañas dejando subir al lift.
A pesar de ser un destino pequeño, Pinetop puede presumir de tener uno de los mejores restaurantes de sandwiches: Darbi´s Café, el cual es una cabaña ubicada en medio del bosque fundada por una familia que ha pasado la tradición de generación en generación. Sus imperdibles sin duda son el BBQ Pork o su California BTL preparado con tocino, aguacate y pavo rostizado.
Respecto al hospedaje, Pinetop cuenta con pocas opciones, pero sin duda Hon-Dah Resort Hotel es una buena elección si se busca algo tradicional en medio del bosque, con alberca al aire libre y un casino para divertirse en la noche.
San Francisco Peaks: esquiando entre las nubes
A dos horas en auto desde Pinetop se encuentra Flagstaff, una ciudad conocida por tener la montaña más alta de Arizona: el pico Humphrey en las Montañas de San Francisco.
Desde la carretera se pueden admirar paisajes nevados espectaculares en los que la vida salvaje también se hace presente, ya que alces, venados y mustangs (caballos salvajes), corren con naturalidad en los caminos blancos que pueden apreciarse desde el auto.
Al llegar a Arizona Snowbowl, el resort de nieve de Flagstaff, se puede notar que el esquí y el snowboard son los deportes favoritos de las personas locales, que incluso sin llegar todavía a las pistas, se bajan de sus autos con todo el equipo para lanzarse a la aventura.
Desde principiantes hasta expertos tienen cabida en las pistas de este lugar que permite practicar esquí y snowboarding en la parte occidental del monte Humphrey, el punto más alto del estado.
Humphrey es el punto destacado de las Montañas de San Francisco, que se encuentran al norte de Flagstaff. “Los Picos”, como se les conoce a menudo, son lo que queda de un estratovolcán erosionado e inactivo que se formó hace 500.000 años.
Con una elevación de 9 mil 200 pies, subir hasta el punto más alto es una experiencia que solo los deportistas que están en nivel experto pueden lograr. Desde la cumbre se puede observar el esplendor de las montañas nevadas con vientos que te congelan la cara, pero con la sensación de alcanzar las nubes.
Cabe destacar que Arizona Snowbowl es un resort asequible, pero con todo el lujo y la comodidad. Las familias pueden aprovechar los distintos pases con promociones, así como lecciones gratis de esquí para menores de 13 años o entradas a solo 39 dólares.
Además, cuenta con dos restaurantes en los que se puede disfrutar de cerveza artesanal originaria de la ciudad, así como cocteles y snacks que van desde hamburguesas hasta sandwiches o ensaladas.
Flagstaff, perfecta para el après ski
Esta ciudad tiene un encanto único. Ya que además de ser perfecta durante la temporada de nieve que dura hasta principios de abril, también tiene opciones para disfrutar después de una mañana de esquí. El centro de Flagstaff es un oasis para los amantes de la cerveza artesanal que quieren probar creaciones auténticas con gastronomía gourmet y un ambiente relajado.
Sin duda, Mother Road Brewing es la joya el sitio. Fundada en 2011, esta fábrica de cerveza es un imperdible para disfrutar de sus variedades y excentricidades. Desde una fresca y clásica American Lager o una Juicy Ipa, hasta una stout con s´mores.
Otra parada imperdible para foodies es el restaurante Atria, una propuesta moderna de la cocina estadounidense a cargo de la Chef Rochelle Daniel.
Su concepto de autor Farm-to table es sin duda todo un deleite. La recomendación es pedir el menú degustación que incluye ostras al grill, ceviche, su beef tartare de wagyu acompañado con papas a la francesa y la estrella: el pato a la Sonoma, el cual está glaseado y es acompañado con risotto.
Eso sí, se debe dejar espacio para el postre, ya que la tarta de chocolate con nueces y crema de caramelo es un deleite.
Tren hacia el Gran Cañón: un final espectacular
La ciudad de Williams es el punto de partida del Grand Canyon Railway, un tren de lujo que lleva a los turistas directo a esta maravilla natural que sin duda es la estrella de Arizona.
Con paisajes que pasan desde el desierto que recuerda a las películas de viejo Oeste hasta árboles nevados con venados, ardillas y otras especies descansando. El viaje en este tren es una experiencia que debe considerarse en el itinerario.
En el área de primera clase se puede vivir todo el glamour y el lujo con mixología a bordo, vino, chocolate caliente e incluso música campirana en vivo para alegrar el camino.
Grand Canyon Railway ofrece seis paquetes distintos que van desde los $69 dólares por persona, hasta los $239 dependiendo del tren que se elija, la vista y los servicios a bordo.
Gran Cañón en invierno, un espectáculo de la naturaleza
El Parque Nacional del Gran Cañón es sin duda la visita estelar en un viaje por Arizona.
A pesar de que durante la época de invierno el clima puede llegar hasta -8 grados bajo cero y limitar la posibilidad de observar el esplendor y los colores anaranjados de este sitio de formaciones rocosas, la realidad es que merece toda la pena intentarlo.
Lo ideal es hospedarse en hoteles cercanos. Una buena opción es The Squire Resort ubicado en Tusayan, un poblado ubicado a solo 10 minutos de la entrada principal del parque. Este alojamiento cuenta con todas las comodidades: desde alberca hasta wifi.
Debido a las probabilidades de que en la temporada haya fuertes nevadas que nublen la vista. La recomendación es aventurarse y madrugar para disfrutar del amanecer en los miradores principales del Gran Cañón.
El cambio del cielo estrellado a el anaranjado que provoca la salida del sol sobre esta maravilla natural, es un espectáculo indescriptible.