Hace dos años la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), se comprometió a que las aerolíneas miembros trabajen para alcanzar las cero emisiones de carbono para el año 2050. Sin embargo, este programa sustentable conocido como Fly Net Zero representa un vuelo muy largo para Latinoamérica.
De acuerdo con la organización Our World In Data, la industria del transporte en general emite un 14.2% de las emisiones globales de CO2. Dentro del sector, los vehículos de pasajeros son los mayores contribuidores de contaminantes con 45%, seguidos por los vehículos de carga con 29% de las emisiones y la aviación internacional y doméstica con 12%.
Datos de la misma IATA señalan que las emisiones de carbono esperadas entre 2021 y 2050 son de aproximadamente 21,2 giga toneladas de CO2, si no se interviene a tiempo. Además, la cantidad de emisiones de carbono de la industria de la aviación representa el 5% de la demanda energética de todo el mundo.
En esta carrera por alcanzar el objetivo de la descarbonización aérea, aerolíneas de todo el mundo se han sumado a esta iniciativa por mitigar los efectos del calentamiento global. No obstante, en los países latinos, la situación no ha sido tan simple.
Aunque se mantiene el ánimo y la confianza por alcanzar el objetivo, lo cierto es que, en la región de Latinoamérica y el Caribe, apenas se está trabajando en la posibilidad de crear una refinería para impulsar la producción de Combustible Sostenible de Aviación (SAF).
¿Qué es el SAF?
El SAF es un tipo de combustible que puede ser producido de manera orgánica a partir de aceites vegetales, grasas animales, biomasa y otros productos de desecho. También puede ser sintético generado a partir de la captura de CO2 mediante el uso de hidrógeno verde.
Durante su ciclo de vida, este combustible reduce las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) hasta en un 80% en comparación con el combustible fósil para aviones. Su implementación no requiere ninguna inversión extra, pues es compatible con los motores a reacción existentes y la infraestructura de abastecimiento de combustible.
Desde 2016, más de 450 mil vuelos comerciales han utilizado SAF y más de 50 aerolíneas y 13 aeropuertos principales ya usan y suministran este combustible.
Cabe mencionar que Neste es el principal productor mundial de combustible de aviación sostenible con una capacidad de producción actual de 1 millón de toneladas por año. Esto crecerá a 1,5 millones de toneladas por año a principios de 2024.
Pilares fundamentales para la descarbonización
Durante la cumbre “Wings of Change Americas” celebrada el 27 y 28 de junio en la Ciudad de México, representantes de la aviación mundial coincidieron en que para lograr una descarbonización total para 2050 son necesarios cuatro pilares fundamentales.
Pedro de la Fuente, gerente senior de asuntos externos y sustentabilidad de las Américas de IATA, detalló que el primer pilar a considerar es mejorar las operaciones e infraestructuras de los aeropuertos y las aerolíneas. Atender esto –dijo– representa el 3% de contribución en la meta de Fly Net Zero de la aviación.
El segundo punto es el de los combustibles eléctricos, híbridos y el uso de hidrógeno que en conjunto aportará un 13% al programa.
El tercer pilar está enfocado en el desarrollo de nuevas tecnologías y contribuirá con un 19%. Mientras que el cuarto versa sobre la producción de SAF.
“Hoy en día es una solución inmediata que tenemos con la industria y que representa una disminución del 65% del total de emisiones”.
Pedro de la Fuente.
¿Cómo va México y Latam en la producción de SAF?
Para 2028 hay 130 proyectos de combustibles renovables en todo el mundo. En el caso de Latinoamérica son contados, en cuanto los gobiernos de Panamá como Paraguay otorgan incentivos a los productores de SAF. Aunado a ello se construye ya una planta de biocombustible en Paraguay.
En contraste, México no cuenta con ninguno de estos proyectos ni políticas globales para la producción de SAF. De hecho Karen Farías, directora de ESG de Aeroméxico, destacó que el gran reto en el país es conseguir acceso a este combustible aunque no parece que haya acciones para su uso a corto plazo.
“Debemos trabajar en conjunto con el gobierno en la creación de un marco regulatorio para la adquisición de SAF; sin embargo es necesario pensar y hacer este plan a futuro cercano para impulsar la producción entre los sectores públicos y privados”.
Karen Farías, directora de ESG de Aeroméxico.
Por su parte, Jaime Escobar, director de Combustibles, Cargos y Medioambiente de la Asociación de Aerotransportes de Latinoamérica y el Caribe (ALTA), comentó que a pesar de ser un tema muy controversial, la industria aérea está totalmente comprometida con la descarbonización.
Para lograrlo se requiere que exista producción de SAF. En América Latina todavía existe la posibilidad de que una planta de producción comience a operar para el año entrante en Panamá.
“Necesitamos mínimo 150 plantas en la región que produzcan el SAF para que las líneas aéreas puedan cumplir con esa descarbonización. Pero también hay otros elementos como la operación de las aeronaves, el tráfico aéreo, la tecnología de los motores, compensación en bonos de carbono. Son diferentes temas para que junto con el SAF se logre esta carbonización cero”.
Jaime Escobar.
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Descarbonización en EE.UU.
Un caso muy distinto se vive en Estados Unidos. La aerolínea United Airlines comenzó desde hace más de 10 años a operar con combustibles sustentables. Rolf Meyer, director general para México y el Caribe de United Airlines declaró para Concierge Magazine que desde 2012 el 60% de los vuelos de Los Ángeles salen con este tipo de combustibles.
“Antes de que todos hablaran de combustibles sustentables, en United ya desde 2012 empezamos a operar con estos combustibles. Hemos hecho una inversión de unos 30 millones de dólares para hacer combustibles de desechos orgánicos. Somos pioneros y líderes en la aviación con este tema”.
Rolf Meyer.
Consciente de que el combustible sustentable es más caro que el tradicional, United Airlines creó una alianza llamada Eco Skies Alliance donde empresas invierten dinero para crear combustible sustentable a cambio de créditos impositivos.
“No solamente estamos haciendo eso, a través de United Ventures tenemos varias empresas que se dedican a hacer combustibles sustentables, por el momento en Estados Unidos, pero cuando se expanda a otros países queremos participar también”.
Rolf Meyer
Meyer comentó que actualmente han invertido en una empresa con tecnologías nuevas de extracción del monóxido de carbono. Ese mismo monóxido se almacena en la tierra o se puede rehusar para crear otro tipo de combustibles.
Esta va a ser una planta que estará ubicada en el sur de Texas y en un año hará la labor equivalente al trabajo de 40 millones de árboles en la extracción de monóxido de carbono.
Para darnos una idea, un árbol tarda aproximadamente 50 años en extraer el monóxido de carbono de un vuelo entre Nueva York y Londres.
El directivo de United Airlines compartió que para 2029 tienen una orden ya de 15 aviones supersónicos que serán operados 100% con combustible sustentable. Subrayó que tener el apoyo del gobierno estadounidense contribuye en gran manera a que la descarbonización sea posible.
“Depende mucho de la política de muchos gobiernos. Estados Unidos es el mercado aéreo más grande del mundo y tenemos el apoyo del gobierno. Eso ayuda muchísimo. En United estamos encaminados a que antes de 2050 logremos cumplir con nuestro objetivo de neutralizar la huella de carbono”.
Rolf Meyer
España, referente sustentable de aviación
En Europa, hay una apuesta clara por las tecnologías destinadas a tener emisiones cero.
Un informe elaborado por la consultora global de inteligencia de mercado para la aviación, IAB, reveló que desde 2019, Iberia ha disminuido sus emisiones de CO₂ en un 17% por asiento/kilómetro volado en sus rutas de largo radio. Con ello la aerolínea española se ubica como la segunda aerolínea del mundo con la mayor reducción. IAB realiza el seguimiento anual de más de 65 mil aviones y 35 millones de vuelos.
Los objetivos de Iberia en el tema de sustentabilidad para los próximos años son:
- 2025.- Reducir el 10% de emisiones por pasajero.
- 2030.- Reducir las emisiones un 20% tanto en su actividad directa como indirecta. Es decir, tanto en el consumo de combustibles y energía eléctrica como en su cadena de valor.
- 2050.- Alcanzar una neutralidad climática de cero emisiones netas.
Teresa Parejo, directora de sustentabilidad de Iberia, aseguró que España tiene los recursos necesarios para obtener la materia prima y producir SAF.
“Estamos conscientes de que esto no se va a solucionar ni en el corto ni al mediano plazo. Sin embargo somos líderes en energía renovable y contamos con todo lo necesario para impulsar esta industria”.
Teresa Parejo.
En España las regiones con mayor capacidad para producir SAF ecológico son: Andalucía, Castilla y León, Castilla La Mancha, Cataluña, Aragón y Extremadura.
Air Canada también lidera la aviación sustentable
Por su parte, Gunther Leudesdorf, gerente general para México de Air Canada, informó que desde 1990 han mejorado la eficiencia de su combustible hasta en un 43%. Tan sólo el 22 de abril del 2018 en el marco de la celebración del Día de la Tierra, lograron reducir 160 toneladas de carbono en 22 vuelos nacionales. Esto gracias a un innovador proyecto de demostración de biocombustibles en el aeropuerto de Toronto-Pearson.
“El proyecto es coordinado por la Iniciativa de la Cadena de Suministro de Biojet de Canadá, donde Air Canada es uno de los principales socios, introduciendo 230 mil litros de biocombustible sostenible mezclado en el sistema de suministro de combustible multiusuario del aeropuerto para demostrar la viabilidad de su uso en los sistemas de abastecimiento compartido de los aeropuertos canadienses”.
Gunther Leudesdorf.
Aunado a ello, Air Canada cuenta con el avión comercial más silencioso del mercado, el Airbus A220-300. Este avión ofrece una reducción del 20% de las emisiones de CO2 por asiento en comparación con aviones similares.
A pesar de los avances que se han hecho hasta ahora, el año 2050 queda a 27 años de distancia. Las regulaciones gubernamentales y el trabajo de las aerolíneas y aeropuertos nos dirán en un futuro si los esfuerzos valieron la pena o si por el contrario, no fue suficiente para completar la descarbonización, especialmente el objetivo Fly Net Zero en Latinoamérica, que se encuentra muy lejano para lograr las emisiones cero.