En el marco de la Cumbre de Inversión en Alojamiento de las Américas, los principales ejecutivos del sector hotelero en Estados Unidos manifestaron su inquietud ante las políticas migratorias y de control fronterizo de la administración de Donald Trump.
Y es que, la industria hotelera, que utiliza en gran medida la mano de obra migrante y del turismo internacional, enfrenta desafíos que podrían afectar su operación y crecimiento.
Uno de los temas centrales de la discusión fue la necesidad de contar con programas específicos de inmigración legal que faciliten la contratación de trabajadores para cubrir posiciones clave dentro del sector. El Director Ejecutivo de Hilton, Chris Nassetta, destacó la urgencia de abordar este tema como una prioridad para la industria.
“Uno de los problemas más importantes de nuestra industria desde el principio hasta el fin ha sido la fuerza laboral, nuestra incapacidad para que ciertas clasificaciones de miembros del equipo puedan ingresar a la fuerza laboral y la necesidad de una reforma migratoria integral”, señaló Nassetta.
Por su parte, Craig Smith, Director Ejecutivo de Aimbridge Hospitality, insistió en la importancia de un enfoque más matizado sobre la inmigración, sin reducir el debate únicamente a la seguridad fronteriza.
“Tenemos que dirigirnos a la administración y decirle: ‘Hablemos de inmigración legal’. Necesitamos ciertos empleos. Si la gente está capacitada para esos empleos, ¿podemos hacer que crucen la frontera?“.
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Hoteleros apuestan por soluciones prácticas
Rosanna Maietta, Directora Ejecutiva de la Asociación Estadounidense de Hoteles y Hospedaje, coincidió en la necesidad de soluciones prácticas, aunque reconoció la complejidad del panorama político.
“La reforma migratoria es un tema que genera muchas emociones para muchas personas”, explicó. Asimismo, añadió que, aunque una reforma integral puede ser difícil de lograr, el sector sigue apostando por mejoras en los programas para trabajadores temporales y un acceso más eficiente a visas H-2B, especialmente para destinos turísticos con alta demanda de empleo.
“Necesitamos mejorar el proceso [H-2B], que es una lotería que parece muy aleatoria y no permite la certeza que las empresas necesitan“, advirtió Maietta.
Recuperar el flujo de turistas en Estados Unidos
Además de la crisis de mano de obra, los hoteleros también expresaron su preocupación por el impacto que las políticas de control migratorio podrían tener en la llegada de turistas internacionales. Tras varios años de restricciones por la pandemia, el flujo de visitantes extranjeros apenas comenzaba a recuperarse, por lo que nuevas medidas que dificulten el ingreso al país podrían frenar este repunte.
El Director Ejecutivo de Marriott International, Anthony Capuano, señaló que sigue de cerca los comentarios de la administración sobre la posibilidad de implementar controles más estrictos a los viajeros que llegan a Estados Unidos.
“Piensas en todo el trabajo que ha hecho la industria para eliminar la fricción en los viajes transfronterizos, y luego piensas en las prohibiciones de viaje y otras cosas que obviamente tienen un impacto negativo en nuestro negocio”, comentó Capuano.
Geoff Freeman, director ejecutivo de la Asociación de Viajes de Estados Unidos, criticó lo que describió como mensajes contradictorios emitidos por el gobierno hacia los viajeros internacionales.
“Estamos enviando un mensaje al mundo: no queremos visitantes ilegales, y no estamos seguros de querer tampoco visitantes legales”, afirmó Freeman. “Y eso es preocupante”.
Trámite de visas dificulta la llegada de turistas
Freeman también hizo énfasis en la crisis que atraviesa el sistema de procesamiento de visas, lo que dificulta aún más la llegada de turistas y empresarios extranjeros a Estados Unidos.
“En la actualidad, en muchos países –el 45% de los países del mundo– la gente necesita una visa para venir a Estados Unidos”, explicó. “El tiempo de espera para conseguir una entrevista es de más de 400 días en la India, y de más de 680 días en Colombia. Estamos diciendo a la gente de todo el mundo que no queremos que hagan negocios con ellos. Y la mezcla de todas estas cuestiones –la mezcla de lo ilegal y lo legal– es probablemente nuestra mayor preocupación”.
La incertidumbre en torno a estas políticas genera una gran inquietud en el sector hotelero, que depende tanto de la mano de obra migrante como del turismo internacional. Mientras el debate sobre la reforma migratoria y las restricciones de viaje sigue abierto, la industria hotelera busca soluciones para evitar impactos negativos en su operatividad y rentabilidad.
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