La historia de Nueva York es amplísima, tanto como lo es la enorme cantidad de personas que transitan diariamente sus calles, que frecuentan sus teatros, habitan sus edificios y visitan sus museos. Estos recintos se cuentan en decenas tan solo en la isla de Manhattan, pero si se cuentan todos los museos que hay en la Gran Manzana la cifra asciende a casi 100. En Concierge Magazine presentamos 3 museos imperdibles para visitar en “la ciudad que nunca duerme”.
Museo de Arte Moderno
Sin duda el Museo de Arte Moderno (MOMA) es una parada obligada para los visitantes de Nueva York. Con más de 100 mil obras, su colección permanente se ha convertido en la más grande del mundo.
Ubicado entre en la intersección de las calles 11 Oeste y 53, y entre la Quinta y la Sexta Avenida, este recinto fundado en 1929, alberga obras de artistas tan icónicos como Pablo Picasso y Salvador Dalí, así como cuadros del neerlandés Vincent Van Gogh, el español Joan Miró, hasta el expresionismo abstracto de Jackson Pollock
Cuentan con programación de audio en español gratis y guías de habla hispana disponibles para tours privados.
Además, cuentan con tres restaurantes, uno de ellos dos estrellas Michelin. Es el lugar ideal para souvenirs ya que cuenta con tres tiendas inigualables.
Cabe destacar que, a través de Operadora Concierge se pueden reservar las entradas al museo para complementar un itinerario en Nueva York, que además es comisionable para las agencias de viaje.
Museo Guggenheim
También ubicado en la Quinta Avenida –la más lujosa de Nueva York–, este museo comienza su historia en 1937 cuando Solomon R. Guggenheim, un amante del arte moderno y heredero de una rica familia de mineros adquirió 150 obras del pintor ruso, Wassily Kandinsky.
Su arquitectura y distribución en espiral hacen del Guggenheim una obra de arte en sí misma y para algunos, el simple hecho de estar ahí ya cuenta como toda una experiencia de lujo.
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Museo de la fotografía, Fotografiska
Este museo se encuentra en Church Mission House, un edificio histórico de 1892 que sirvió como sede de la Sociedad Misionera Nacional y Extranjera de la Iglesia Episcopal durante el siglo XX.
Además de la gran cantidad de exposiciones fotográficas, Fotografiska –la cual es una sucursal del museo de fotografía sueco que lleva el mismo nombre– el museo cuenta con un restaurante llamado Veronika, el cual es operado por el restaurador estadounidense, Stephen Starr.
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