A partir de julio de 2025, los viajeros que visiten Japón se enfrentarán a un nuevo sistema de precios duales en algunas de las principales atracciones del país.
Esto significa que los turistas pagarán más que los residentes japoneses para acceder a parques temáticos, monumentos históricos y sitios culturales. Esta medida, que ha generado un gran controversia a nivel internacional.
Y es que la medida tiene como objetivo controlar el turismo excesivo y financiar la preservación cultural, pero también marca un cambio significativo en un país conocido por sus políticas favorables al turismo.

¿En qué consiste el sistema de precios duales?
El sistema de precios duales implica que los turistas pagarán tarifas más altas que los locales en diversas atracciones. Por ejemplo, en las estaciones de esquí Niseko de Hokkaido, los turistas pagarán 6,500 yenes por día, mientras que los residentes pagarán 5,000 yenes.
En Junglia Okinawa, un nuevo parque temático natural que abrirá en julio, los visitantes extranjeros pagarán 8,800 yenes, en comparación con los 6,930 yenes que pagarán los locales, una diferencia de casi el 30%.
En la red de santuarios y templos históricos, los residentes pagarán 500 yenes por sitio, mientras que los turistas pagarán 1,000 yenes, el doble que los locales.
Este sistema también se espera que se aplique en sitios populares del Japón como el Templo Kiyomizu de Kioto, el Santuario Fushimi Inari y el Templo Todaiji de Nara. Las autoridades japonesas están monitoreando el impacto de esta medida en el número de visitantes antes de decidir si expandirán el sistema a más ubicaciones.

¿Controlar el turismo para preservar la cultura?
Japón recibió más de 36 millones de turistas en 2023, una cifra que se espera que siga aumentando debido a la debilidad del yen, que hace que el país sea más atractivo para los visitantes internacionales.
Si bien este auge turístico ha impulsado la economía japonesa, también ha generado problemas como el hacinamiento, el desgaste de los sitios patrimoniales y la frustración entre los lugareños, quienes sienten que sus ciudades están siendo “invadidas”.
Los funcionarios argumentan que los ingresos adicionales provenientes de los recargos turísticos se destinarán al mantenimiento de sitios culturales, la gestión de la infraestructura y la mejora de las experiencias de los visitantes.
Este enfoque ya se ha implementado en otros países, como Tailandia, donde los extranjeros pagan tarifas más altas en parques nacionales y lugares históricos, y en Venecia, que ha introducido un impuesto de entrada para excursionistas de un día.

Un modelo único en Japón
Lo que distingue al sistema en Japón es su aplicación a una gama más amplia de atracciones y servicios, desde parques temáticos hasta templos históricos.
Aunque por ahora se está implementando de manera gradual, si el sistema resulta exitoso, Japón podría expandirlo a más ubicaciones, convirtiéndolo en una parte estándar de la experiencia de viaje.
Otros cambios en la política turística de Japón
Además del sistema de precios duales, Japón está planeando introducir autorizaciones de viaje obligatorias para visitantes extranjeros.
Este programa, llamado tentativamente JESTA (Japan Electronic Travel Authorization), se aplicará a más de 70 países que actualmente disfrutan de entrada sin visa a Japón, incluyendo Australia, Nueva Zelanda, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Singapur, Hong Kong, Taiwán y la mayoría de los países europeos.

¿Cómo afectará esto a los turistas?
Para los viajeros, estos cambios significarán un aumento en los costos de visitar algunas de las atracciones más icónicas de Japón.
Sin embargo, las autoridades esperan que los ingresos adicionales se traduzcan en una mejor preservación de los sitios culturales y en una experiencia más satisfactoria para los visitantes.