Para todos los viajeros, el que un hotel cuente con amenidades de primer nivel, un servicio de calidad e instalaciones llamativas, son factores muy importantes para poder disfrutar de su hospedaje; sin embargo, es en las habitaciones donde muchos encuentran el mayor valor de su estadía y es que los hoteles –ya sean de ciudad, playa o bosque– están pensados para descansar y esto no sería posible sin el confort que brinda un buen colchón.
Sin importar si son viajeros de negocios, familiares, de placer o de romance, todos coinciden en que el descanso es esencial para cualquier viaje. Para Joan Vicente, director de la compañía sueca Hästens en México, cuando elegimos un hotel para nuestra estancia, diversos factores entran en juego: ubicación, servicios, atención al cliente y, por supuesto, el precio.
“Sin embargo, hay un elemento que a menudo subestimamos pero que puede marcar la diferencia entre una estancia normal y una experiencia inolvidable: la calidad de las camas. Una cama bien diseñada y con colchones de alta calidad no solo ofrece comodidad, sino que también proporciona el soporte necesario para garantizar un buen descanso. Dormir en un colchón adecuado no solo significa dormir más horas, sino también despertar sintiéndose renovado y listo para enfrentar el día”.
Joan Vicente.
De acuerdo con Joan, lo anterior es un elemento muy importante a considerar para los hoteles que se encuentran en un proceso de renovación o remodelación, pues la calidad del descanso contribuye significativamente a la satisfacción general del cliente.
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Un buen descanso es una buena reseña
Para los viajeros, un colchón cómodo y bien cuidado marca la diferencia entre una buena o una mala reseña. Los huéspedes insatisfechos con la calidad de su colchón son propensos a expresar su decepción en reseñas en línea, lo que afecta la reputación de los hoteles. Actualmente las opiniones en línea juegan un papel crucial en la toma de decisiones de los turistas, pues cada vez más, los huéspedes comparten sus experiencias con otros usuarios.
Así, ante un mercado hotelero que constantemente se encuentra en expansión y con una alta competitividad, la calidad de las camas se ha convertido en un valor diferencial.
“Los hoteles que invierten en camas de alta calidad no solo aseguran el bienestar de sus huéspedes, sino que también ganan una ventaja competitiva. Los viajeros modernos buscan experiencias holísticas, y una buena noche de sueño contribuye en gran medida a esa percepción positiva. La inversión en camas de calidad se traduce en una inversión en la satisfacción del cliente y, en última instancia, en la lealtad a la marca”.
Joan Vicente.
El directivo de Hästens –marca que cuenta con 160 años de experiencia en la fabricación de colchones– reflexionó que durante el sueño, el cuerpo experimenta procesos de reparación y regeneración, especialmente en los tejidos musculares.
A decir de Joan Vicente, los colchones Hästens, fabricados con materiales naturales como lana, algodón y crin de caballo, brindan un gran confort y transpirabilidad. “Nuestros colchones están diseñados para proporcionar un descanso óptimo, tanto para el cuerpo como para la mente”.
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